jueves, 13 de octubre de 2011

Los testículos también son un placer en el sexo


Esta parte del cuerpo masculino suele quedar en algunas ocaciones olvidado durante el contacto sexual. Sin embargo, es una importante fuente de excitación. Muéstrale a tu pareja cómo llenarte de placer.

Los testículos forman parte del aparato reproductor masculino. Si son bien cuidados y acariciados, incrementen el volumen de eyaculaciones, mejoran las erecciones y generan un mayor deseo sexual. Así lo informa el sitio electrónico pene-sano.com.

Se enumera algunos juegos donde los testículos son los protagonistas. Por ello, no hay que olvidarlos. Se recomienda empezar tomándolos con delicadeza, mientras más suave sea el contacto, mayor será la excitación.

El límite de acción no existe, siempre que tu pareja así lo quiera. Combina la técnica manual con la oral. Mientras haces una felación, toma los testículos y jálalos con sutileza. De vez en cuando pasa la lengua por ahí.

Pese a ser una zona muy delicada del cuerpo masculino, el contacto es muy excitante y puede recibir leves mordiscos, igual que el pene, que recibe succión y caricias. Prueba masturbarlo y mientras lo haces lame un testículo y luego el otro, haz “remolinos” y “ochos” con la lengua, con ello aumentarás considerablemente el placer y la excitación.

Estas “pelotitas” controlan la eyaculación, así que tirando suavemente de ellos la retardas un poco, pero, si al contrario, deseas que eso pase de inmediato, empújalos hacia el interior y lograrás en él un orgasmo más intenso.


Erección y eyaculación ¿Cómo ayudarlos?

La erección se debe a la circulación sanguínea, por eso es importante mencionar que el estrés y la ansiedad son enemigos de los espermatozoides. En general, mantenerse en forma ayuda a fortalecer la sexualidad.

Los testículos son los que producen la testosterona, hormona cuya principal función es regular la conducta sexual. Para que todo marche bien, se recomienda tener sexo, ya que eso estimula la producción natural de testosterona y no practicarlo tiene el efecto contrario.

Eyacular más de cinco veces por semana disminuye en un tercio las probabilidades de sufrir cáncer de próstata a lo largo de la vida. La obesidad genera falta de testosterona. Los hombres obesos suelen tener una cuarta parte menos de esta hormona que los delgados.

La grasa es un nutriente casi satanizado por considerarse malo para el organismo. Lo cierto es que también se necesita en ciertas cantidades y si la eliminas de tu cuerpo, perderás peso, pero de acuerdo con un estudio publicado en International Journal of Sports Medicine, quienes consumen grasa tienen niveles altos de testosterona.

Por su parte, el alcohol en el cuerpo baja los niveles de testosterona. Un estudio holandés reveló que una o dos cervezas o copas de vino al día reducen hasta en un 7 por ciento su producción.

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